Noticia Ampliada
- 24/11/2024
- La virtualidad de las relaciones creativas
Por Alejandro Raizman, Socio Director de Aldente, www.aldente-group.com.
Hoy en día, hay empresas extranjeras que deciden contratar losservicios de creativos en el área de comunicación que se encuentran
muy alejados físicamente, por ejemplo, en Argentina. Separados por
muchísimos kilómetros entablan relaciones comerciales más allá de las
fronteras de los países. ¿Qué atrae a las empresas extranjeras para
contratar los servicios de creativos argentinos? ¿Por qué no buscan un
proveedor en el mercado local?
Si bien los costos de las empresas argentinas para el exterior
no son mucho más baratos que los de los proveedores locales, la
selección se produce porque la media de las agencias o empresas de
comunicación de otros países no responden con la calidad y eficiencia
de la media nacional. Y eso, finalmente, influye a nivel costos porque
se paga lo mismo, o un valor similar, por un servicio superior que se
obtiene en Argentina. En nuestro país hay un nivel profesional muy
bueno en cuanto a comunicación y publicidad, de los estándares más
altos del mundo, y por esta razón se produce un excelente
posicionamiento en otros mercados.
En el exterior les sorprende que en poco tiempo reciban un
trabajo bien hecho, en base a la interpretación y solución de sus
planteos y requerimientos. Ahí se define todo y ese es nuestro
diferencial. Nosotros no escuchamos y ejecutamos, sino que tamizamos
lo que nos dicen, encontramos el por qué y a partir de ahí damos una
solución.
Una ventaja que tenemos que aprovechar en este aspecto para
responderles a los clientes del exterior con el nivel que esperan, es
la de la información online. Hoy todo el mundo puede saber acerca de
todo lo que sucede en cuestión de segundos de diferencia. Esto hace
que realmente uno pueda estar informado de temas que en otro momento
no podía, y acorta mucho las distancias. Hace veinte años, había que
ir a un kiosco del microcentro porteño y comprar el único diario que
tenían del país del exterior del que queríamos estar empapados. Y,
como no era del día sino de un día anterior, teníamos que reconstruir
una información que hoy está al alcance inmediatamente. Así, es
posible alimentarse de datos de los lugares, de las compañías y de la
cultura a través de una computadora.
Sabemos que a nivel creatividad hay una realidad que tiene que
ver con la idiosincrasia, porque influye directamente sobre el
producto que tengamos que comunicar. Los productos que están muy
aferrados a las idiosincrasias de cada país o región, van a tener más
obstáculos que productos más neutros. Sin embargo, esto no es una
barrera indestructible porque la idiosincrasia de cada país o cultura
se salva informándose y sabiendo al respecto.
Si uno se informa de determinadas variables de un país, puede
llegar a comunicar cualquier cosa en cualquier lado, pero sin esa
investigación previa no es posible. No se puede comprender cómo vender
un producto en Libia si no se sabe qué religión se practica, cómo se
maneja la gente o qué actitudes tienen las personas ante los productos
y los estímulos. La comunicación tiene un grado de universalidad muy
alto, pero esto no quiere decir que se pueda vender todo de la misma
manera, en cualquier lugar. Así es que hay que saber a quién hay que
comunicar, quién es el destinatario. Desde dónde comunico, ya no
importa. Partiendo de esta base, que el producto se venda en Chile,
México, España o Estados Unidos es lo mismo. Aún cuando la
idiosincrasia juegue un papel importante, hay miles de formas de tener
información sobre la gente, lo que opina o cómo consume.
Por otra parte, en el ámbito local también sucede y podemos
trabajar perfectamente. Si tenemos que hacer una comunicación
determinada para un producto que va a salir en una provincia del Norte
del país, probablemente tengamos que informarnos más porque no van a
tener la misma idiosincrasia que en Capital Federal. Y, muchas veces,
es más diversa la idiosincrasia entre un porteño y un salteño, que
entre un porteño y un madrileño.
Hace algunos años, cada situación de decisión generaba una
reunión con el cliente. Hoy no es así, ni siquiera con el cliente
local. Los medios digitales han hecho que uno comparta todo de manera
virtual. Y con el cliente del exterior, vía Skype o conference, se
habla de trabajo como si ambos estuvieran presentes físicamente en la
misma sala de reuniones. La realidad es que actualmente, sin enlaces
extraordinarios, podemos generar la misma relación laboral que con el
cliente local. Ahora, la relación que se mantiene con el cliente de
manera presencial, compartiendo una cena de trabajo o un café, pasa
por un lugar afectivo que también se valora en cada viaje de negocios.
Por otro lado, trabajar con clientes del exterior tiene
algunos beneficios destacables. Uno de ellos es que se desgasta menos
la relación laboral. Haciendo una analogía con las parejas, a veces la
distancia es positiva. Hay parejas que viven en casas separadas y no
parece una mala estrategia. El hecho de no verse todos los días y de
no tener ese deterioro diario, hace que la relación tenga muchos menos
momentos tensos y esto resulta mutuamente favorable. Y, a la vez,
viajar de forma periódica para verse cara a cara predispone a ambas
partes de una mejor manera para ese preciado encuentro.
Otro beneficio es que en el momento en el que se trabaja en
línea no hay distracciones y el aprovechamiento del tiempo es
superior, de un 90 a un 100 %. Con el cliente local las reuniones son
extensas y el tiempo de trabajo no siempre se optimiza por múltiples
distracciones. En una conference uno va directo al grano y habla casi
exclusivamente de trabajo.
Si bien todavía el mercado nacional encuentra algunas
resistencias a asumir trabajos con clientes del exterior, es necesario
ser más atrevidos para crecer y progresar, a través de metas claras y
asumiendo riesgos. Para diferenciarse de los demás, hay que accionar
de forma diferente a la del resto y, es claro, que se proyecta una
gran oportunidad en esta nueva forma de trabajo. Historial de noticias