Definir la decoración de una casa no es tarea sencilla. Al planificar el comienzo de un proyecto de decoración del hogar, es importante focalizarse en los objetivos esenciales. Sin un plan, la tarea puede llegar a resultar difícil y confusa. Es acon

Hay muchos detalles para trabajar mientras se decora un hogar. Esto incluye el tema, los materiales, las intenciones de los espacios decorados y el presupuesto. La planificación previa es muy necesaria.

Cualquiera sea la idea que se tenga en mente, siempre debe prevalecer la armonía entre los estilos y elementos que se utilizarán, como los colores, las texturas y la iluminación correcta.

Se puede establecer un estilo de arquitectura moderna y combinar los ambientes con algunas piezas clásicas, o bien implementar un estilo de arquitectura clásica y combinar los ambientes con algunos elementos contemporáneos. Sin embargo, es necesario tener cuidado si se quiere conseguir un diseño de buena calidad.

Hay dos factores importantes en la decoración: uno es el buen gusto y el diseño, el otro es la practicidad. Sin embargo, no son excluyentes uno del otro ya que ambas características pueden convivir armoniosamente y hasta complementarse. Porque en definitiva, para disfrutar una casa, además de elegante, debe ser práctica para vivirla.
Un buen diseño puede contemplar que los ambientes sean armoniosos y refinados, pero también lo más prácticos y funcionales posibles, dentro de los límites de cada caso.

“La tendencia en decoración está definida principalmente por la audacia al momento de elegir colores y texturas sin tener muy en cuenta que siga una línea determinada sino arriesgando a mezclar estilos, por supuesto, siempre recurriendo al buen gusto” –cuenta Susana Piazza, creadora de Cuatro Elementos, www.cuatroelementos-susanapiazza.blogspot.com.
Para la diseñadora de interiores, pueden convivir perfectamente estilo y funcionalidad, todo depende de la creatividad del decorador. “Las personas eligen recurrir a un decorador porque les da la tranquilidad de no cometer errores y les garantiza el logro de ambientes decorados con muy buen gusto con una inversión moderada.”
Fernando Bach, creador de Elementos Argentinos, www.elementosargentinos.com.ar, sostiene que en la actualidad se busca la personalización del estilo, logrando que lo que se necesita resolver en términos de funcionalidad transmita, además, refinamiento. “Las tendencias masivas suelen atentar contra la creatividad, y el resultado no es atractivo. Lo ideal es que convivan el estilo y la funcionalidad, -dice- pero cuando no es posible, hay que priorizar la funcionalidad especialmente en los elementos más grandes o costosos dentro de una decoración como la pintura de paredes, los sillones, los cortinados. Luego se puede añadir estilo con piezas más chicas, intercambiables o fáciles de reemplazar.”
En la misma línea, Virginia Escribano, creadora de Aires de Bohemia, www.airesdebohemia.com defiende el eclecticismo a la hora de pensar la decoración siempre refiriéndose a la mezcla de estilos, con una idea o estilo rector.
Lograr el equilibrio perfecto combinando estilo y practicidad es justamente el arte de un diseñador. “Siempre apunto a que mis ambientaciones no sólo se vean bien, sino también se vivan bien. Creo que lo más importante al decorar su hogar es que las personas se sientan identificadas -afirma Virginia-, que el diseño acompañe su estilo de vida porque en la ambientación de su casa buscan encontrar un reflejo de ellos mismos y los decoradores sabemos cómo conseguirlo.”
Definitivamente, los especialistas coinciden al afirmar que estilo y funcionalidad no sólo pueden sino que deben convivir en la decoración, aunque uno de los factores puede tener más preponderancia que el otro.
“En mi experiencia, la tendencia es a priorizar el estilo –asegura Jorge Filizzola, presidente de Unimate, www.unimate.com.ar. Sin embargo, se puede lograr una pieza que estéticamente se vea muy agradable, y a la vez sea funcional. En nuestra propuesta el diseño y el estilo no tienen que contraponerse con la funcionalidad”.
Filizzola cuenta que sus clientes buscan productos que acompañen estéticamente a su hogar, a diferencia de otras épocas donde el estilo perdía en relación con la funcionalidad. Actualmente, el mueble está más integrado a las cuestiones como la moda, las tendencias y los materiales que se usan. “Antes, por ejemplo, hacer un mueble de acrílico era impensado, y hoy en día es un material muy aceptado.”
Liliana Mestanza, Design Team, Fontenla, www.fontenla-furniture.com defiende la funcionalidad con calidad extrema en mobiliario. La calidad de un mueble de madera puede distinguirse por varios factores como el color o el acabado, las aristas, los bordes, el sistema de ventilación y los cajones. Sin embargo, la diseñadora de interiores aclara que, a diferencia de lo que se cree popularmente, la calidad de un mueble no depende en exclusiva del material que se emplee, sino de otros factores como el acabado o la funcionalidad.
Para la creadora de Cuatro Elementos, hoy en día existen varios recursos en la decoración que no contemplan lo funcional y el resultado puede ser una ambientación como las que se ven en las revistas, pero en la mayoría de estos casos se resigna el factor comodidad.
“La elección de los objetos de decoración entra principalmente por los ojos –cuenta la creadora de Aires de Bohemia- y los clientes no se detienen en cuestiones de practicidad o estilo. Distinto es el caso de los muebles, donde no sólo atienden al diseño, ya que la calidad y funcionalidad tienen mucho peso a la hora de decidir una compra.”
Una situación similar describe Bach de Elementos Argentinos quien confirma que sus clientes cuando eligen alguna alfombra o textil siempre buscan lo mismo: calidad y color. “La calidad la aportan los materiales: la lana pura de oveja, llama o alpaca tejida en telar, y como buenos productos del norte que son, el color está en todos lados y de mil maneras.” Sin embargo, Bach asegura que además de que las personas priorizan que el material sea ciento por ciento natural como es la lana, la mayoría está poniendo énfasis en que los productos sean prácticos, fáciles de lavar y duraderos.

Con respecto al presupuesto, al comienzo se hizo hincapié en la importancia de realizar una planificación previa que lo contemple.
“Claro que el presupuesto siempre manda a la hora de comenzar con una decoración –sostiene Piazza-, por eso, es importante, conversar previamente con el cliente para conocer sus preferencia, necesidades y posibilidades.”
En cambio, Filizzola afirma que el presupuesto no necesariamente interviene en la decisión ya que el que busca estilo muchas veces lo hace más allá del costo. “Puede influir en decisiones amplias o generales, pero una vez definido si lo que se busca es estilo o funcionalidad, el costo no influye en esas variables.”

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