Por Lic. Marisa Russomando, Psicóloga (MN) 23189, www.marisarussomando.com.ar, Directora de Espacio La Cigüeña, www.espaciolc.com.ar

Nadie disfruta más de la Navidad que los niños. Sin embargo, muchos padres se limitan a motivarlos por las compras, los regalos y las celebraciones.
Esas actividades son importantes, pero sin dejar a un lado el verdadero espíritu navideño: la unidad familiar.


Es fundamental que los padres no se dejen llevar por el estrés navideño de hacer las compras perfectas y rápidas, de los trancones y las congestiones, para más bien centrarnos en estar reunidos y felices.
Si llenamos esta época de magia, amor, celebración y tradiciones es muy probable que los niños se cautiven del espíritu navideño y tengan recuerdos que los acompañen por el resto de sus vidas.
Los pequeños deben ser los promotores de las actividades. La importancia del espíritu navideño está en que es una época en la cual los papás, abuelos y familia más cercana a los niños expresan un sentimiento de bienestar, y ellos deben ser los primeros en percibir estas acciones.


Algunos consejos


- Diciembre es la época apropiada para que los pequeños disfruten de diversas actividades. Se aconseja tener en cuenta le edad de los niños. Para los bebés, quienes se cansan más rápido, es útil tener cobijas, coche y acomodaciones por si desea dormir.


- De igual manera, los instrumentos como maracas, libros apropiados y algunos juguetes pueden hacer de la Nochebuena una excelente oportunidad para que el bebé se sienta parte de la familia, comparta y vaya conociendo de qué se tratan las festividades.


- Los pequeños siempre recuerdan las cosas y los momentos que parecen más insignificantes. Los niños, normalmente, no recuerdan qué se les regaló en un año específico. Por el contrario, saben quién les dejó un regalo en la cama o cómo decoraron las tarjetas.


- De la familia más cercana depende que el hijo disfrute y celebre de manera adecuada y tenga los mejores recuerdos.




Decálogo familiar


Cuando arme el árbol o el pesebre, déjele tareas a su hijo.


Elaboren juntos tarjetas para los seres queridos.


Ofrézcales películas sobre la Navidad para verlas en familia.


Consiga libros infantiles navideños y léaselos en las noches.


Durante las celebraciones, tome muchas fotos.


Saque sus viejas recetas de cocina para preparar y decorar galletas para regalar y comer.


Todos los años escríbale cartas a Papá Noel. Si el niño aun no escribe, usted puede servir de escriba. Pidiendo un deseo para sí mismo, un regalo y un deseo para los demás.


Escríbale todos los años una carta a su hijo para ponerla en el pesebre o el árbol, en donde le exprese lo mucho que le ama.


Dependiendo de su religión, incluya de manera amorosa las costumbres que estén en sus creencias. Si no tiene una religión recuerde: el amor y la compasión están detrás de estas festividades. Esos son valores que pueden ser inspiradores más allá de creencias religiosas.

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