loader

Noticia Ampliada

  • 17/01/2025
  • Los minero rescatados en Chile podrían sufrir diversos trastornos de ansiedad

Informe especial - CEETA

Según profesionales del Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad (CEETA), los 33 mineros sobrevivientes del derrumbe del pasado 5 de agosto en la mina San José, en el norte de Chile, seguramente sufrirán el denominado estrés postraumático y otros trastornos de ansiedad debido a la situación vivida.



Si bien al salir se los vio en un total estado de euforia, desde el CEETA aseguran que "la euforia irá desapareciendo para dejar lugar a la angustia y la posibilidad de sufrir algún trastorno de ansiedad dependiendo de la personalidad de cada uno".

Especialistas del CEETA están disponible para consultas o entrevistas sobre el tema. Comunicarse al 011-4110-0183 ó 011-15-6096-4651 para concretarlas o enviar un mail a noelia@quasarcomunicacion.com.ar


De por si, la personalidad de un minero es introvertida por tratarse de un trabajo de soledad, individual, poco social. De ahí que esta exposición mediática de estar en boca de "todo el mundo" les traerá consecuencias que se irán evaluando y manifestando con el tiempo.

Por otro lado, los especialistas aseguran que "la cohesión grupal que vivieron los 33 mineros fue lo que en gran medida los ayudó a superar el mal momento de estar tanto tiempo bajo tierra".

Según los especialistas, el Trastorno por Estrés Postraumático, es uno de los tipos de trastorno de ansiedad más comunes de activarse en estos casos.

“Este tipo de trastorno surge tras un cuadro traumático, en el cual aparecen síntomas que siguen a la exposición de un acontecimiento estresante y extremadamente traumático, donde el individuo se ve envuelto en hechos que representan un peligro real para su vida o cualquier otra amenaza para su integridad psicofísica. También sucede cuando la persona es testigo de un acontecimiento donde se producen muertes, heridos, o existen amenazas para la vida de otras personas”, explica la Psicóloga Especialista en Trastornos de Ansiedad y directora del CEETA, Gabriela Martínez Castro.

Los síntomas típicos de este cuadro son el temor, la desesperanza y el horror intenso.

El Fenómeno de la Reexperimentación

Martínez Castro explica que “luego del trauma, el sujeto puede presentar el fenómeno de la reexperimentación, es decir, vuelve a experimentar la situación traumática, con todos los sentidos, tal como si la estuviera viviendo, no recordando, sino reviviéndolo. La persona se comporta como si estuviera en el momento del acontecimiento, cuando en realidad, no lo está”.



Además, quien lo sufre, evita exponerse a estímulos asociados al episodio. Sufre de embotamiento afectivo, ya no responde afectivamente como solía hacerlo, la persona está como anestesiada. Aparece también la incapacidad para recordar determinados episodios del trauma; una reducción del interés en las actividades de la vida cotidiana; la sensación de desapego afectivo frente a los demás; la sensación de un futuro desolador; dificultades para conciliar o mantener el sueño; irritabilidad o ataques de ira; dificultad para concentrarse y para atender y memorizar respuestas y sobresalto emocional (se asustan fácilmente).

El Tratamiento

“Las alteraciones pueden aparecer al mes del episodio traumático, y hasta demorar 6 meses en su aparición. El tratamiento más adecuado puede ser una terapia cognitivo-conductual, por la brevedad y la rapidez en cuanto a la recuperación”, recomienda Martínez Castro

Por último, es necesario tener en cuenta la intensidad, duración y proximidad a la exposición del acontecimiento traumático, que constituyen los factores más importantes que determinan la probabilidad de padecer dicho trastorno.


La directora de CEETA asegura que "todos estos trastornos se recuperan con un tratamiento específico de terapia cognitivo-conductual (TCC) y la posible aplicación de medicación, en caso de ser necesario".


El tratamiento es breve, conducido por expertos en la materia, lográndose la recuperación y el alta del paciente, quien recupera sus actividades habituales, sin sintomatología física ni emocional.

Especialistas del CEETA están disponible para consultas o entrevistas sobre el tema. Comunicarse al 011-4110-0183 ó 011-15-6096-4651 para concretarlas o enviar un mail a noelia@quasarcomunicacion.com.ar


Ya con anterioridad los especialistas habían adelantado que los mineros atrapados podrían sufrir diferentes trastornos de ansiedad

El trastorno de la agorafobia es otro de los problemas que podrían sufrir. Se trata de miedo al miedo, ya que los agorafóbicos temen las situaciones que puedan generarles sensaciones de ansiedad, miedo a la propia activación fisiológica y a los pensamientos sobre las consecuencias de experimentarlas, como la idea de morir.

Este mal se genera por alguna experiencia negativa por parte de la persona, quien al evitar las situaciones parecidas está desarrollando un mecanismo de aprendizaje que hace permanecer el problema.

“Por este motivo en el caso de los mineros, que lamentablemente estuvieron atrapados hace mucho tiempo, este tipo de situación tan estresante podría desencadenar un trastorno de este tipo –como la agorafobia- sin la necesidad de que tengan predisposición ansiosa”, explica Gabriela Martínez Castro, directora del CEETA.

Esto sucede porque se trata de una situación extrema. El tiempo de exposición al trauma es tan largo y al haber estado desprovistos de estimulaciones externas básicas como pueden ser los sonidos, la luz del sol y el contacto con otras personas, provocan que los mineros sufran Agorafobia sin necesidad de tener presuposición a ser ansiosos”, agrega la especialista.

La especialista recuerda el famoso caso de “Viven”, los jóvenes rugbiers varados en la cordillera de los Andes, quienes padecieron traumas importantes por la situación extrema que vivieron.

Además, en este tipo de situaciones es muy probable que sufran de un trastorno de ansiedad llamado “trastorno por estrés post traumático”, caracterizado por aparición de síntomas que siguen a la exposición de persona a una acontecimiento muy traumático donde corrió peligro su integridad psicofísica o la de otra persona.

Posibles Secuelas

Una posible secuela que pueden sufrir los mineros al ser rescatados será el llamado “Embotamiento afectivo” donde no pueden sentir ninguna reacción ante estímulos emocionales. Se trata de un trastorno afectivo donde en los casos más graves se vive una “Anestesia afectiva” en la cual el sujeto siente una imposibilidad de sentir las cosas.

Por otro lado, la “Reviviscencia” donde el paciente vive el evento traumático, no lo recuerda, lo vive nuevamente. Es decir que, sufre de un corte con la realidad y comienza a revivir con sus cinco sentidos la situación traumática.

En este caso, es muy común que se den recuerdos reiterativos y angustiantes de la situación, sueños repetitivos, episodios de reviviscencias en donde el evento parece estar sucediendo de nuevo una y otra vez y reacciones corporales a situaciones que hacen recordar el evento traumático.

Es decir el sujeto revive realmente la escena objeto de su atención en ese momento con todos sus sentidos, como si en verdad estuviera sucediendo.

Otros posibles síntomas podrían ser indiferencia al mundo externo ya sea a sensaciones o sentimientos, irritabilidad, insomnio, pesadillas, ataques de pánico, problemas intestinales, depresión, taquicardia, palpitaciones, sensaciones de asfixia, entre otras.

Por último, la especialista hace mención al tiempo de exposición a la situación dramática. Según Gabriela Martínez Castro “el tiempo tiene mucho que ver con el resultado del trauma y con su intensidad”.

“No es lo mismo estar encerrado una semana que cinco meses, no es lo mismo participar de una guerra por un mes que por un años. Sin duda, las consecuencias psicofísicas son diferentes. Los síntomas, las secuelas y su intensidad son una ecuación directamente proporcional al tiempo de exposición al trauma”, concluye.

Historial de noticias

Creamos Campañas Efectivas


Anuncios Responsivos en contenido exclusivo y enfocado


CONVERSA CON NUESTRO EQUIPO