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Noticia Ampliada

  • 31/12/1969
  • ¿Cuándo hacer un Protocolo Familiar?

Por Leonardo Glikin, Presidente de CAPS Asociación Civil, www.caps.org.ar

El protocolo familiar es un acuerdo, con valor legal y moral, que
permite a los actuales propietarios de la empresa y a sus familias
llegar a acuerdos duraderos en materias diversas, tales cómo:
- Cuál es la visión de la empresa para el largo plazo.
- Cuáles son los negocios en los que la familia se propone seguir
participando, o incursionar.
- Cuáles son los valores familiares que se van a defender y transmitir.
- Criterios respecto de incorporación de familiares a la empresa:
¿entran todos, por el hecho de ser de la familia? ¿sólo en caso de que
haya una vacante? ¿sólo entran aquellos que eligen los actuales
propietarios? ¿cada uno de los hermanos elige a un representante suyo
para estar en la empresa? ¿el destino es la profesionalización, y que
los familiares sean sólo accionistas o inversores en la empresa? ¿se
permite la entrada de los parientes políticos?
- Criterios de retribución: ¿ganan más por ser familiares? ¿ganan
sueldos de mercado? ¿ganan menos que un no familiar, porque de ellos
se espera una actitud de sacrificio?
- ¿Qué tratamiento reciben quienes no están en la empresa? ¿se los
ayuda en sus profesiones o emprendimientos, o toda la ayuda se
concentra en los que están en la empresa?
- ¿Qué tratamiento merecen los nuevos proyectos, o las propuestas de
negocios de un familiar? ¿cuáles son las pautas para asociarse a un
negocio de un tercero? ¿qué forma societaria es la más conveniente, de
acuerdo al tipo de empresa?

Los temas expuestos no son los únicos, pero son, quizás, los más
significativos en la interrelación entre empresa y familia.
Un protocolo familiar no se puede comprar como un contrato pre-armado.
Por el contrario, es el fruto de intensos debates entre los miembros
de la familia, que, en muchos casos, también incluyen revisar la
historia, modificar prácticas que no son útiles para el futuro (por
ejemplo, las reuniones informales, o las decisiones inconsultas, etc.).

Necesariamente, el proceso de realizar un protocolo familiar nos va a
enfrentar con los conflictos: algunos, que se arrastran del pasado,
otros que se producen en el presente, y, lo más importante, nuestro
deseo de evitar o resolver los conflictos de la mejor manera, como
condición para que la empresa pueda seguir creciendo solidamente en el
futuro.

En este proceso no alcanza con la voluntad del fundador de la
empresa, o su actual presidente. Porque un protocolo sólo va a ser
exitoso, si en él participan activamente distintos miembros de la
familia, en especial teniendo en cuenta que la solidez de los acuerdos
se pondrá a prueba cuando los miembros de la siguiente generación se
incorporan activamente a puestos significativos.

Muchos empresarios son conscientes de que el protocolo debe encararse
antes de que un hijo se incorpore de manera permanente a la empresa,
porque, una vez que se asumen determinadas prácticas y costumbres, son
mucho más difíciles de modificar.

Por lo tanto, podemos hacer una síntesis de los momentos más
adecuados para encarar un protocolo familiar:
- Cuando queremos evitar o resolver conflictos en la actual
generación de propietarios.
- Cuando queremos planificar el retiro de los integrantes de la
actual generación.
- Cuando se incorporan miembros de la siguiente generación a la
empresa.
- Cuando los miembros de la siguiente generación deciden no
incorporarse a la empresa, pero es necesario establecer su status como
futuros propietarios.
- Cuando decidimos profesionalizar la empresa.
- Cuando decidimos revisar los procedimientos de la empresa,
para lograr que se manejen de manera menos dependiente de los titulares.
- Cuando se planifica el retiro de algún miembro de la empresa.

El protocolo comienza con una etapa de diagnóstico, en la que, de
manera confidencial, cada persona significativa de la empresa, y cada
miembro de la familia, interactúa con el consultor, y tiene la
oportunidad de dar su propia visión de la historia, del presente, y
del futuro que se imagina.

A veces, esa etapa del diagnóstico da la oportunidad de identificar
problemáticas que, tomadas a tiempo, evitan crisis graves en la
empresa o en la familia.

Poder confeccionar el protocolo significa que una familia reafirma su
voluntad de unión y pertenencia, en torno a un proyecto empresario. Y
que cada uno de los integrantes tiene una magnifica oportunidad para
decidir cuál va a ser su grado y estilo de involucramiento.

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