Por Cynthia Cuculiansky, socia a cargo de la División Soluciones en RRHH y Organizaciones de BDO, y Martin Badaro, consultor del área, www.bdoargentina.com

Definitivamente las vacaciones son un buen momento para buscar empleo. El trabajo de buscar trabajo no debería tomarse vacaciones. Incluso, puede convertirse en el mejor momento si uno sabe cómo.

Por empezar, hay que dejar de lado la creencia de que en esta época del año las ofertas laborales escasean. La realidad es que no necesariamente hay menos búsquedas. Incluso, en muchos casos este es el momento del año en que las empresas -con su presupuesto ya cerrado para el año entrante- salen a buscar personal.

Muchas compañías tienen que aprovechar para cubrir la posición porque si dejan pasar el tiempo y eso no ocurre es posible que tengan que redestinar la partida presupuestada para otras cuestiones. O, si a medida que pasa el tiempo, el área que precisaba sumar alguien al equipo continúa funcionando sin demasiados sobresaltos, es posible que se dificulte luego justificar el hecho de incorporar nuevo personal.

Además, si la empresa en cuestión cuenta con un procedimiento establecido para procesar las presentaciones espontáneas no debería haber mayores diferencias con otra época del año, y sobre todo si esta forma de obtener recursos es valorada por la empresa.

Si es así, lo seguirá siendo todo el año y se deberían tomar los recaudos necesarios para no dejar pasar un recurso que aporte a la empresa, independientemente de la altura del año.

La gran pregunta es si las áreas de RRHH le dan importancia a estas presentaciones espontáneas. La respuesta es sí. Las consultoras suelen utilizar el verano para conocer las necesidades de la empresa para el periodo y se abocan a la selección de dichos perfiles a través del gran caudal de CVs que se presentan espontáneamente en esta época del año también.

Si bien es cierto que hay una baja en la intensidad en la época de las fiestas luego se va normalizando. Para las búsquedas de niveles gerenciales y directivos no suele haber mayores dificultades salvo casos particulares, la diferencia se da primordialmente en mandos medios y operativos donde observamos que las personas que buscan un cambio pero que están trabajando, suelen hacer un parate durante el verano para no perder las vacaciones.

Lo mismo suele suceder con aquellas personas que se han desvinculado muy recientemente, que si tienen la posibilidad económica prefieren retomar su búsqueda en febrero para aprovechar las vacaciones.

Pero en líneas generales sigue habiendo movimiento y a veces encontramos que los ejecutivos están mas receptivos a entrevistar candidatos en estas épocas que suele haber alguna merma en la operación y por que no decirlo, un mejor estado de animo que facilita los procesos.

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