Por Damián Szulman, Por Damián Szulman, de Crystalis Consulting, www.crystalisconsulting.com.

Durante los últimos años, el avance tecnológico y el aumento en la complejidad de los negocios hicieron que las organizaciones comenzaran a implementar sistemas para manejar sus relaciones con los clientes (CRM), sistemas para la gestión de recursos humanos, para los inventarios, etc.

Al mismo tiempo, para mejorar la gestión operativa y los procesos de toma de decisiones, las empresas necesitaron cruzar datos entre distintos departamentos. Para esto, se fueron construyendo verdaderas arquitecturas de sistemas al mejor estilo "espagueti", con altos costos de mantenimiento y muy bajos niveles de calidad en términos de prestación de servicios al usuario final.

Si bien es cierto que al momento de diseñar un sistema de información se pretende modelizar el real funcionamiento de una empresa, una vez implementado éste define una forma de operar. De esta forma, el "caos" reinante en los sistemas llevó a una situación de inflexibilidad, ausencia de foco al cliente, parálisis burocrática, falta de innovación y altos costos de personal en muchas organizaciones de los Estados Unidos.

El advenimiento de los sistemas integrados de información revolucionó a las organizaciones en la década de los ‘90s. Estos sistemas surgieron junto con las ideas de alcanzar mejores estándares de eficiencia y calidad, analizando a las organizaciones ya no por sus funciones sino por medio de la revisión integral de sus procesos de negocio.
Un proceso de negocios puede definirse como un conjunto de actividades que, a partir de una o más entradas, produce una salida que tiene valor para el cliente.

ERP es la sigla que representa Enterprise Resource Planning (o Planificación de los Recursos Empresariales). Básicamente, se trata de un sistema de programas integrados que tienen como objetivo brindar soporte a las principales actividades de una organización, como ser: producción, administración, logística, ventas, finanzas, recursos humanos, etc.
Precisamente, los empleados que utilizan un ERP tienen acceso a la información de todos los departamentos que participan del proceso completo, de punta a punta y en forma online, con lo que rápidamente, el proceso se torna visible para todos.
Los empleados que están en el frente entienden cómo su trabajo afecta al trabajo del resto de la organización. Los datos son volcados al sistema en el momento y en el lugar donde se generan, por el responsable de los mismos. Se eliminan los pasamanos, las transcripciones y los errores de consistencia de los datos.

Con la implementación de un ERP adecuado, los distintos departamentos de una empresa pueden intercambiar, acceder y actualizar información y comunicarse fácilmente con las otras áreas. Así, una firma no sólo puede resolver aspectos internos sino que además puede, por ejemplo, detectar nuevas oportunidades de negocios a partir de un apropiado uso de la información.
De esta forma, ERP permitió reformar las viejas arquitecturas de sistemas con forma de "espagueti" en un esquema ágil, ordenado y eficiente.

Historial de noticias