Por Gastón Fernández, responsable de marketing de OKKO.

La tendencia iniciada con prendas y accesorios en tonos intensos, se traslada también a la deco, pero es clave saber cómo utilizar esta opción sin saturar los ambientes.

En esta época del año en que comenzamos a abrir las ventanas de nuestras casas, es importante analizar rincón por rincón y pensar qué cosas queremos cambiarle para que luzca espléndida cuando esté expuesta a otras miradas.
Hay varios caminos o tendencias y cada persona deberá elegir la que mejor lo identifica: la idea es sentir que la casa es "el lugar de uno".
Este año, una de las novedades es que muchos elementos que antes estaban en el exterior, pasan a formar parte del interior, como los árboles, las flores y las hojas.
Hay también, pero ahora con nuevos colores, un gran protagonismo de las velas, que dan un toque de relax a todos los ambientes.
La otra novedad es que se deja de lado el minimalismo puro, para pasar a un estilo más completo, enriquecido con toques personales.
Textiles: las opciones en cortinas son cada vez más variadas: se suman colores intensos y diferentes texturas de telas -las arrugadas tipo crush dan un toque muy actual al ambiente-. Si se elige una cortina verde, lila o amarilla, habrá que complementar el ambiente con objetos armónicos en colores más tranquilos como el blanco, beige, u otros tonos pastel.
Al igual que con los almohadones, los rojos, naranja, fucsia o verde, deberán ser ubicados sobre superficies en pastel para no saturar de colores.
Esta temporada se ven muchas aplicaciones de flores y hojas sobre las telas, como también la mezcla de texturas.
Los estampados, en general, remiten a la década del 70, con sus arabescos multicolores, pero no faltan los rayados, cuadrillé y aplicaciones de broderie, tercipelo o telas de tramas diferentes sobre las telas lisas.
En cuanto a mantelería: lo blanco sigue en plena vigencia, como todos los colores pastel, porque hay quienes eligen otros caminos para darle color al hogar.
Pero también hay propuestas más osadas: colores fuertes, estampados, flores y hojas, tanto en manteles como en individuales o caminos de mesa.
Bazar: En cuanto a vajilla, se incorporan las combinaciones de colores, por ejemplo, un juego con diferentes tonos que combinan entre sí. Además, como se viene la época del brindis, hay que ir pensando en armar un buen equipo de coctelera, copas, vasos, bandejas y todos aquellos accesorios que creen el ambiente propicio para las clásicas fiestas de fin de año. En este sentido, también hay opciones nuevas con toques de color en la cristalería.
Iluminación: Lo último son los colgantes realizados en bizcocho, que presentan una textura muy agradable y por lo general suavizan mucho la luz. De este mismo material también se pueden elegir las pantallas. Aquí sí predominan los colores suaves, dado que son más fáciles de combinar y además, si ya hay color en otros elementos, lo más apropiado es que la iluminación sea discreta.

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