Por Laura Rey, creadora de Glitter Iluminación (www.glitter.com.ar)

Cada vez más son más las personas que toman conciencia de la importancia de cuidar el medio ambiente en la vida diaria y hacen todo lo posible para lograrlo.
En ese sentido, es mucho lo que se puede hacer para ahorrar energía a la hora de iluminar. Por eso te acercamos 10 puntos clave, que hacen la diferencia.
No olvidemos que un granito de arena, por más pequeño que sea, siempre contribuye a formar una playa.
1) Siempre que sea posible, aprovechá la iluminación de la luz del sol, que es más natural, nada contaminante y, además, gratuita.
2) Utilizá colores claros en las paredes y techos: aprovecharás mejor la iluminación natural y podrás reducir el consumo eléctrico.
3) Es necesario analizar las necesidades de luz en cada una de las partes de la vivienda, ya que no todos los espacios requieren la misma cantidad, ni durante el mismo tiempo, ni con la misma intensidad.
4) Regulá la iluminación a tus necesidades y da preferencia a la iluminación localizada: además de ahorrar conseguirás ambientes más confortables.
5) No dejes luces encendidas en habitaciones que no estés utilizando y reducí al mínimo la iluminación ornamental en exteriores. Por ejemplo, si tenés que iluminar un patio o un jardín, podés conseguir lámparas solares ideales para el exterior.
6) Mantené limpias las lámparas y las pantallas: de esta manera aumentarás la luminosidad sin aumentar la potencia.
7) Utilizá siempre lámparas de bajo consumo: la diferencia es muy importante. Se obtiene la misma luz y el ahorro de energía es muy considerable. Para un mismo nivel de iluminación, ahorran hasta un 80% de energía y duran 8 veces más.
8) Encargá un diagnóstico de la instalación eléctrica a un especialista, para tomar conocimiento sobre las condiciones de seguridad de la vivienda y de ser preciso hacé los cambios necesarios para promover el ahorro y evitar futuros inconvenientes.
9) Otro dato útil es ordenar los muebles de tal manera que no te entorpezcan la luz que entra por las ventanas o balcones. Las sillas, mesas y lugares donde la familia se sienta deben ser los más iluminados.
10) Si no te llega mucho sol, pensá en la posibilidad de hacer un traga luz. La inversión es pequeña y los beneficios enormes ya que un espacio con luz natural cambia radicalmente y además a la larga recuperarás el dinero que ahorres no encendiendo luces en el día.

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