Buenos Aires (22/04/2008) - Según el Centro de Estudios Especialista en Trastornos de Ansiedad (CEETA), algunas profesiones tienen la capacidad de producir un alto grado de estrés y pueden generar trastorno por ansiedad generalizada, ataques de pánic

oy en día es difícil considerar alguna ocupación, profesión u oficio que no traiga consigo alguna dosis de estrés, dada la rapidez y las exigencias en las cuales están inmersas las personas.

“Si bien existen ciertas ocupaciones, como la medicina de emergencia (emergentología), la cirugía, la conducción de ferrocarriles y profesiones relacionadas con la economía y de alta jerarquía en las empresas, las mismas sólo son un pequeño ejemplo dentro de un gran abanico existente. Son estresantes todas aquellas que estén sujetas a una sobrecarga de exigencia, presión y altísimos niveles de responsabilidad, como por ejemplo tener a cargo una vida humana, o el futuro económico de una empresa”, explican en el CEETA.

Para la psicóloga especialista en Ansiedad Social y directora del CEETA, Lic. Gabriela Martínez Castro, “es fundamental destacar que más allá de la profesión u oficio del cual se trate, una de las principales causas generadoras de estrés es la forma en que se vivencia la tarea. Podríamos citar el ejemplo de un ama de casa, sin dificultades mayores, que se estresa severamente por el hecho de cuidar de sus hijos y coordinar el correcto funcionamiento del hogar. Entonces, la mayor parte de las veces no son las cosas en sí mismas las que nos perturban, sino la forma en que se viven”.

También destacan en el CEETA que personas con predisposición a padecer cuadros de ansiedad, nerviosas y con cierta base de temerosidad en su personalidad, son más proclives a padecer trastornos de ansiedad, que aquellas que no lo están. Demás está decir que el tipo de tarea que desarrollan es decisivo cuando la responsabilidad, la presión y exigencia representan gran parte del rol a desarrollar.

Los trastornos de ansiedad más frecuentes a partir de profesiones estresantes

Los trastornos de ansiedad más comunes que se desencadenan a partir de ocupaciones estresantes, son:

El trastorno por ansiedad generalizada (TAG), caracterizado por una preocupación excesiva sobre diversos acontecimientos por suceder, y donde se hace difícil, sino imposible, controlar la preocupación. Dicho cuadro, cursa con diversos síntomas de tipo psicológico y fisiológico, como la preocupación excesiva, nerviosismo, irritabilidad, respuestas de sobresalto, pesimismo, fatiga, temblores, sudoración, palpitaciones, problemas gastrointestinales, mareos, dificultad para concentrarse, atender y memorizar, y hasta una crisis de pánico.

Trastorno de Pánico (TP), se presenta en forma de crisis, de forma abrupta, con un gran caudal de sintomatología física, intenso terror a morir, a perder el control o volverse loco.

Dichos trastornos son los más comunes , pero son sólo un ejemplo de otros cuadros posibles de ser padecidos por quienes están sujetos a latos niveles de estrés, como el trastorno por estrés postraumático, el síndrome de burn out y el trastorno obsesivo- compulsivo, entre otros.

Ante todo, la prevención

Según la Lic. Martínez Castro, “para evitar caer en este tipo de enfermedades, se aconseja detectarlas a tiempo, y no cuando ya no podemos más. Es de suma importancia intentar prevenir dichos cuadros, dado que una vez instalados avanzan y evolucionan, hasta incapacitar la vida de quien los padece, no pudiendo cumplir con las tareas habituales, como trabajar, estudiar, o sencillamente movilizarse solo, o permanecer sólo en la propia casa”.

Para ella, uno de los recursos más eficaces para la prevención es el adecuado manejo del estrés, que consiste básicamente en equilibrar la agenda lo mejor posible entre obligaciones y recreación; respetar 8 horas de sueño diarias, mantener una alimentación sana y balanceada, y fundamentalmente provocar una cambio radical en la forma de pensar: dejar de anticiparse catastróficamente a los hechos por acontecer, y lograr una mirada más realista de la realidad, lo cual disminuye altamente el caudal de estrés.

Todo el entorno familiar, social y de pareja se ve afectado, ya que el enfermo termina dependiendo completamente de otros para cuestiones básicas, que antes hacía de forma independiente, y con toda naturalidad.

Por todo esto se aconseja, apenas surgen algunos de éstos síntomas, consultar lo antes posible a un profesional experto en la materia, para evitar la evolución del cuadro y así poder retornar cuanto antes a la vida cotidiana.

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Acerca de la Lic. Gabriela Martínez Castro

Gabriela Martínez Castro es Licenciada en Psicología egresada de la Universidad de Belgrano en 1991. Máster en Psicología Clínica en México.

Post-grado en Trastornos de Ansiedad de la Asociación Argentina de Trastornos de Ansiedad. Psicoterapeuta Cognitiva-Conductual, orientada al trabajo con Trastornos de Ansiedad y Trastornos de la Personalidad.

Ex coordinadora docente de la cátedra de Psicología General en la Universidad de Belgrano. Ex coordinadora del Departamento de Psicodiagnóstico del Hospital Francés, área de Consultorios Externos.

Miembro de la Asociación Argentina de Trastornos de Ansiedad.

Directora de CEETA (Centro Especialista En Trastornos de Ansiedad)

Edificio Concord Pilar, Km 49.5 de la ruta Panamericana.Sector Los Almendros 3º piso oficina 316.

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