Por Damián Szulman, socio de Seidor Crystalis (www.seidor.com)

Cuando una empresa decide poner en marcha la implementación de un sistema ERP, quien se encargue de llevar a cabo este trabajo debe saber cuáles son las necesidades de la actividad que desarrolla. Cada empresa tiene requerimientos específicos, de acuerdo a su ramo. No perder de vista estas particularidades es clave para la implementación del sistema ERP.

Teniendo en cuenta que estas herramientas se desarrollaron para que puedan funcionar con ciertos parámetros en cualquier medio, hay que estar atentos a que esta característica no se vuelva un hecho que haga que Ahora bien, estas herramientas fueron desarrolladas para brindar una solución genérica de forma que puedan funcionar de una manera parametrizada en cierto grado. Sin embargo, es conveniente prestar especial atencional empresa tenga que adaptarse a las funcionalidades del sistema. Es decir, se debe repensar algunos procesos de negocios de las compañias, redefinirlos para que se ensamblen de modo práctico y eficaz con la nueva herramienta.
Los paquetes de software de ERP tienen varios módulos separados entre sí, pero que trabajan en conjunto. Una de las primeras medidas es determinar cuáles son los modulos que la empresa necesita e instalarlos en el primer momento de la implementación. El resto de los módulos pueden dejarse para el futuro.
Después de implementar estos primeros módulos, hay que adecuarlos al proceso de negocio de la empresa. Es ese el momento en que puede surgir la mejor solución, o que haya que repensar el camino a seguir. Si esto último sucede, se pueden tomar varias decisiones: Complementar el sistema con otros, agregar módulos o dejar de implementar el ERP y elegir otros procesos genéricos.

Dedicarle tiempo y análisis a las necesidades de la firma que decide implementar un sistema ERP es uno de los pilares de su éxito.

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