Por Rocío Brescia, especialista de Fundación Leer (www.leer.org).

* Leer en voz alta. Aún luego de haber aprendido a leer por su cuenta y de asistir a la escuela, es importante seguir leyendo a los chicos en voz alta. De esta manera pueden disfrutar aquellos textos que les resultan más difíciles. Es importante que al leer, usted invite a los niños a describir las imágenes o a turnarse para leer en voz alta.

* Un momento cada día. Disponga de un rato cada día en que usted y sus hijos se dediquen a la lectura. Por ejemplo, antes de acostarse. También pueden aprovechar otras situaciones. Por ejemplo, su hijo puede leerle mientras usted lava los platos de la cena o usted puede leer el periódico cuando su niño toma el desayuno. Aunque sean solamente quince minutos por día, es valioso disponer de estos momentos.
Graffitis de libros. Cuelgue un póster en su casa (puede ser una cartulina o papel afiche) con un título que diga "Graffitis de grandes libros". Allí los niños pueden escribir recomendaciones y comentarios acerca de los libros que van leyendo durante el año escolar.
Un rincón especial. Decidan juntos cuál puede ser un lugar especial en su casa o cerca de ella para que usted y sus hijos disfruten de la lectura. Puede ser en un sofá, en la cama, en un rincón de un patio, bajo un árbol o en una plaza cercana.

* Compartir historias y relatos. Contar historias familiares es una manera divertida de enseñar valores, ayudarlos a pensar y desarrollar la capacidad de escucha, y conocer juntos el origen de la familia. También puede proponerles crear juntos un "libro casero" con los relatos compartidos.

* Leer y viajar. Pueden construir juntos un pasaporte y armar un mapa del mundo grande para colocar en una pared de la casa. Cada vez que usted y sus hijos lean un libro o un material (por ejemplo, un artículo periodístico) donde se haga referencia a un país, coloreen ese país en el mapa y sellen el pasaporte como si hubiesen viajado allí. Continúe la actividad haciendo investigación de los países, leyendo el periódico y mirando las noticias.

* Una biblioteca propia. Ayude a sus hijos a crear su propia biblioteca personal. Seleccionen un espacio en la casa, y un lugar donde disponer los libros, puede ser un baúl, un estante especial para los libros, una mesa baja, un canasto entre otras posibilidades. De a poco, incorporen nuevos libros a la colección, ya sea obteniendo libros usados, prestados, comprándolos para ocasiones especiales como los cumpleaños y otras celebraciones.

* Libros grabados. Usted puede armar una casette o CD con los cuentos favoritos de sus hijos. Los abuelos, los padres, los hermanos o hermanas mayores pueden grabar sus cuentos favoritos o toda la familia puede participar e interpretar distintos personajes.

* Libros y otros materiales. Además de leer libros, lo que tiene un valor particular es interesante compartir con los niños la lectura de otros materiales como periódicos, revistas, historietas y catálogos. También pueden leer menús, carteleras, la información que contienen los envases de alimentos, instrucciones para utilizar un electrodoméstico, los carteles en la calle, entre otras posibilidades. Al leer estos materiales con los niños pueden conversar acerca de la función de la lectura para informarse, comprender, descubrir el mundo.

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