Por Selene Lozano (www.selenelozano.com.ar), diseñadora de joyas.

Para lucir siempre elegante y llevar tu estilo al máximo, siempre vale la pena organizarte y combinar tu atuendo con las joyas que llevarás para complementarlo. Obviamente hay algunas reglas que se siguen, pero lo más importante es la actitud con la que la persona lleva su outfit, si va con su línea estética, con su personalidad. Hay que saber llevar lo que uno tiene puesto. Esto es mucho más relevante que la edad o con cómo está combinado. La joya es un elemento que termina de vestirnos, nos hace sentir completamente vestidos.

Una vez que tenemos en claro qué queremos, hay detalles que es mejor ir respetando. Por ejemplo, si tenemos una camisa muy cargada, con jabot, esto dificultará que nos pongamos aros largos. En esos casos, los pequeños son ideales pues no compiten y tienen presencia.

En cuanto a los colores, también es posible inclinarse por la plata o los dorados de acuerdo a la cartera de ese día. Si es negra la plata se lleva muy bien; ahora, si es roja o en un tono cobrizo el dorado se lucirá.

Si no querés pensar mucho y ponerte algo que seguro te llevará a un acierto, optá por las joyas que sean poco llamativas, con ellas cualquier vestuario siempre quedará bien. Suelen ser pequeñas; no logran protagonismo, pero están. Pueden tener piedras también, eso no inhibe que sean discretas.

En el verano se lleva ropa más despojada y, entonces, es posible ponerse collares más largos o gargantillas, jugando todo el tiempo con las formas. En invierno tendemos a ponernos collares más cortos o los que se colocan por encima de las poleras.

Ejemplos que siempre funcionan son: vestirse de negro y colocarse una pieza que centralice su atención. Hay que tener un objetivo en claro para ordenar la vestimenta, que seguramente estará en concordancia con el lugar al que saldrás. Con el paso del tiempo irás teniendo tus conjuntos armados y todo fluirá.

Si te gusta estar a la moda, ahora se usan anillos grandes, casi esculturales. Para ellos, lo mejor es que sea uno solo en la mano, no acompañarlo con otros para no abrumar la mirada del otro.

Por último, antes de salir mirate atentamente al espejo y percibirás si algo de los que estás usando te hace ruido. Entonces, si es así, empezá a sacarte algo. Nada tiene que destacar, todo debe acompañar bien el atuendo.

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