Por Vanina Figule, Directora de Métodos Educativos de la Asociación Scouts de Argentina (www.scouts.org.ar).

El movimiento scout cuenta en la actualidad con 40 millones de miembros en todo el mundo, el 45% son mujeres. Ésta proporción se replica de manera similar en nuestro país. Scouts de Argentina Asociación Civil cuenta con 60.300 scouts, de los cuales 27.600 aproximadamente son mujeres, que representan el 45,5% de la membrecía nacional.
El rango de edad va desde los 7 años en adelante (no existe un límite)
El mayor porcentaje de mujeres scouts se registran en las provincias de Córdoba y Buenos Aires.


Las razones que invitan a las mujeres al movimiento scout son las mismas que las que atraen a los varones. Un espacio de juego entre pares en donde cada actividad se transforma en una experiencia divertida, compartida y de aprendizaje. Las mujeres permanecen en él porque encuentra un lugar de participación que contribuye a su desarrollo, que les brinda la posibilidad de generar proyectos de impacto social, ya sea por su presencia en todo el país como por su propuesta educativa.
Los aprendizajes que se adquieren en las actividades scout son aplicables a todos los ámbitos de la vida, y esto es lo que retroalimenta las ganas de seguir participando.


Ellas participan de juegos grupales que fortalecen los lazos sociales, actividades en el ámbito de la naturaleza que contribuyen a una educación ambiental y científica descubriendo el mundo que nos rodea, foros que fomentan la participación juvenil en los que participan jóvenes de todos el país (este año el tema de interés nacional a abordar es Problemáticas de género), diseño y puesta en marcha de proyectos que desarrollan la empatía para educar en la responsabilidad, la solidaridad y el compromiso social.
Todas éstas actividades se dan en un marco coeducativo entre ambos géneros, contemplando las características e interese individuales y generando la mayor cantidad de oportunidades de aprendizaje.


Cuál es su rol


El rol de las mujeres al igual que cualquier otro ámbito no difiere del de los hombres, si bien hay temas que se ponen en discusión con los aportes de una mirada femenina, tiene que ver justamente con la coeducación y la complementariedad a fin de enriquecer la propuesta.
En últimos años hemos avanzado mucho en la noción de equidad con respecto a roles y funciones entre varones y mujeres. Educar en un contexto de coeducación favorece un intercambio más ajustado al contexto social, trasmitiendo desde muy pequeños, que si bien las mujeres y varones tenemos características distintivas, podemos pensar actividades accesibles a todos, sin diferencia de sexo. Tanto mujeres como hombres deben tener por igual la responsabilidad y los beneficios de los espacios que ocupan


En ocasiones para las mujeres es más difícil sostener espacios de voluntariado, teniendo en cuenta, los tiempos y dedicación que esto requiere, pero aún así más mujeres ocupan roles preponderantes dentro de la institución, aunque la proporción aún no es equitativa con los referentes masculinos, hay un camino recorrido que favorece cada vez más la participación femenina en los órganos de gobernanza asociativos.


Continuar educando en la igualdad, el respeto por la diferencias, la valoración de la persona, es el compromiso que cada mujer scout asume al difundir y trabajar para abordar temáticas como la violencia de género, la erradicación de la trata de mujeres, el acceso a la educación, la participación gubernamental de la mujer entre otros temas.


La presencia de la mujer es estratégica para la evolución hacía un mundo mejor, favorecer los procesos donde el liderazgo, en el que educamos, sea compartido y fortalecido en ambos géneros es responsabilidad de todos nosotros.

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