Los expertos en literatura infantil suelen ofrecer diferentes consejos para estimular la lectura en los chicos. Y los padres se preguntan: ¿Hay que ofrecerles libros? ¿Mostrarse frente a ellos leyendo? ¿Y si leen en la computadora… vale? Las respues

Lydia Carreras, reconocida escritora de literatura infantil y autora de “Fuera de mi mundo”, cree que hay muchas respuestas posibles. “He escuchado muchas teorías sobre esto. Hay gente que defiende la suposición de que si un chico ve a sus papás leer, seguramente va a leer. ¡Y eso ocurrió en mi caso!”, cuenta.
Lydia recuerda que veía a su mamá muy interesada en la lectura, y que le gustaba la ficción al igual que a su abuelo. “Hoy mi casa está llena de libros, hasta en las alacenas de la cocina. Y sin embargo, tengo 4 hijos: dos que leen mucho, uno que lee poco, y otro que no lee casi nada!”, se ríe. “El ejemplo siempre es bueno, y mantener un libro en mano seguramente es un camino… pero no es infalible. No se dónde está la respuesta!”, concluye.

Por su parte, Victoria Bayona, escritora de género fantástico y autora de “Camino a Aletheia”, está convencida de que el mejor ejemplo que pueden dar los padres es leer, y que el hijo los vea disfrutando de un libro. “No me parece correcto obligarlos a leer, o decirles “tenés que leer por qué es bueno”, porque los chicos no lo van a entender de esa manera”, sostiene. Pero agrega que “leerles en voz alta está buenísimo, y es algo que habría que preservar en el tiempo. Aun siendo adultos, es bueno poder compartir una lectura de a varios”.

Cecilia Pisos, una prolífica escritora de libros de poesía, textos escolares, cuentos y muchos otros, y quien redactó “Querida autora”, donde cuenta la historia de una nena que le escribe a su autora preferida, opina que lo importante es que los chicos se acerquen a las historias, mas allá de que sea en soporte papel o electrónico.
Cecilia tiene una experiencia interesante en proyectos tecnológicos. “Hace dos años empecé una novela que se fue publicando en formato blog, y se fue colgando en la red capitulo a capitulo, semana a semana. Después tenía una página en Facebook en la que por ejemplo se descargaba la música que escuchaban los protagonistas, y había interacción con los lectores”. En el blog los personajes opinaban y comentaban lo que la protagonista narradora iba contando, y los lectores podían interactuar al mismo nivel. ¿Es bueno que los chicos lean desde la computadora? La escritora opina que “los soportes para las historias o para los poemas son indistintos. Es bueno que accedan desde donde les sea más familiar o amigable, y después pueden pasar de la pantalla al libro. Creo que los chicos son más dúctiles que nosotros en ese sentido, y si una historia o un autor les interesa, lo van a buscar en distintos formatos”.

En este punto coincide Martín Blasco, quien entre otras cosas escribió “La leyenda del calamar gigante”. “Yo creo que no hay “una” buena manera de leer. Me parece que la lectura es un hábito personal, algo que uno va haciendo”. Y agrega que a su criterio, la literatura digital no compite con la lectura en papel sino que se suman. “El libro no va a desaparecer, tiene el mayor valor simbólico en la historia de la humanidad. ¡La Biblia y el Corán son libros! Solo se va sumar un nuevo factor”, sostiene.

Martín tiene algunas novelas en iBook, y señala que “La leyenda del calamar gigante”, incluye algunas canciones, cosa que hace unos años era complicado porque la música tenía que grabarse en un CD que se vendiera en forma conjunta, pero hoy en un iBook se resuelve incluyendo un link.

Victoria cree que no es importante que los chicos lean de una manera determinada. “Para mí leer tiene que ser un disfrute, y si llega desde un iBook, un libro de papel u otro soporte, hay que celebrarlo en cualquiera de sus formas”. Sobre la moda de leer historietas, opina que “por ahí el contenido literario no es de gran calidad, pero hay un disfrute de la lectura y eso después va formando al lector”. Para esta autora, lo mismo sucede con el tema de los géneros. “No hay un género bueno o malo. Hay que incentivar que cada persona haga su camino como lector y encuentre sus gustos”. Y señala que cuando alguno de sus alumnos le dice: “no me gusta leer”, su respuesta es “porque no te gusta lo que leíste hasta ahora, pero tenés que buscar el libro para vos”.

Lydia concuerda plenamente. “Yo estoy a favor de la libertad en cualquier situación. Si al niño le gusta leer Harry Potter me parece maravilloso. Si le gusta leer historietas, Gaturro o Mafalda, también. Pero al que le gusta leer, hay que soltarle la mano y dejar que corra hacia el libro”.

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