Por Gabriel Holand, autor de "Invertir y ganar es posible (aunque nadie dijo que fuera fácil)", Ediciones B, (www.hrglobal.com.ar).

Saber cuánto se puede confiar en un asesor es una de las preguntas clave para administrar un portafolio de inversiones a largo plazo. Pero la pregunta esencial es ¿qué significa confiar en un asesor?

Como primera medida, hay que aclarar que certeza y confianza no son sinónimos ni vienen juntas. Tener confianza sirve para reducir la incertidumbre, y eso tiene cierto valor. Claramente, hay que elegir un asesor que tenga experiencia real en la operación de mercados, y un nivel de formación adecuado. Otro elemento a tener en cuenta es que el candidato tenga un comportamiento adecuado y ético. Pero, para poder terminar de decidir hay esa persona debe despertar "confianza" en el inversor. Algo intangible y difícil de transmitir, pero la idea es que alguien nos haga sentir que podemos confiar en él.Esto surge en el primer encuentro, cuando nuestro cerebro dice si esa persona "va o no va".

La segunda etapa es el análisis, en la que es necesario tomarse un tiempo para pensar. Si se tiene una sensación que dice intimamente que esa persona que entiende lo que esperamos y necesitamos y se pone de nuestro lado, eso implica que pondrá sus conocimientos al servicio de nuestras necesidades. Un buen asesor debe ayudarnos a priorizar nuestras expectivas, escuchar lo que queremos y esperamos, y desplegar soluciones acordes a lo que le manifestamos.


Decirle no a los futurólogos


No es fácil hacer pronósticos, por eso, no es aconsejable ni conveniente buscar el asesoramiento de los llamados "gurúes". Y esto se debe a que no existen, son construcciones de la imaginación personal o colectiva, que duran en ese lugar destacado hasta que alguien se da cuenta que cometió un error en sus predicciones. Además, esos profesionales endiosados suelen sentirse iluminados, y trabajan para sí mismos, lo que hace pensar que no van a compartir una idea financiera sin quedarse con la mayor ganancia para ellos mismos.

Es más conveniente escuchar a quienes aseguran que el futuro financiero es impredecible, y aconsejan tomar todos los recaudos posibles antes que confiar en quienes se presentan como profetas de los mercados. Como el futuro del mercado financiero es desconocido, resulta conveniente elegir activos que contemplen esa realidad.

Lo mejor a la hora de elegir un asesor es que sea alguien que sea independiente de brokers y de bancos, y que no represente ni venda productos de esas compañías. Porque más allá de su buena voluntad, es casi inevitable que esté influenciado por ese lazo. Conviene que quien nos asesora muestre un juicio independiente de los bancos o brókers, y de ninguna manera represente a alguno de ellos o venda sus productos.

Los llamados family office, son una buena opción, ya que asesoran de manera independiente a los interesados en armar su propio portafolio de inversiones.


Conclusiones

Un primer punto a tener en claro: La objetividad de los asesores financieros no existe.

Entonces, el mejor asesor será quien acepte esto, y se proponga equilibrar la volatilidad de los mercados en el mediano y el largo plazo, y obtener un nivel de rentabilidad razonable para nuestras inversiones.

Y todo eso siendo claro y explicito con su cliente, quien debe estar de acuerdo y aceptar lo que el asesor plantea.

Los atributos más importantes que hay que buscar cuando se elige un asesor financiero son. que sea independiente de bancos o brókers, que tenga formación y experiencia real en los mercados; despertarnos confianza; hablar en un lenguaje comprensible; y que sea prudente en relación al futuro.

Historial de noticias