Por Carolina Sol Di Tommaso, Departamento de Marketing de Castell (www.castell.com.ar).

La aceituna es un alimento equilibrado, completo y energético. Su alto valor nutritivo es muy apreciado, pues al comerla aporta ácido Oleico (Omega 9) y todos los aminoácidos esenciales en perfecto equilibrio. Además, contiene minerales (hierro, calcio, fósforo, magnesio), provitamina A, Vitaminas C y B1, y un adecuado nivel de fibra que facilita la digestión.


En su proporción se incluye un 3% de proteínas (allí los aminoácidos esenciales) y un 8% de glúcidos. A esto se agrega una elevada presencia de grasas insaturadas que son mayor que las saturadas.


Uno de los puntos que requiere cuidado es que tiene un contenido calórico de 187 calorías por cada 100 gramos de producto, lo que es un llamado de atención para las personas que hacen dieta para adelgazar pues solo podrían consumirlas ocasionalmente. Del mismo modo, por su contenido de sodio (algo derivado de la manera de conservarlas) quienes deben comer sin sal tiene que lavarlas primero y hacerlo espaciadamente.


Las olivas son las protagonistas de la famosa dieta mediterránea, que es baja en ácidos grasos saturados y muy reconocida por elevar la calidad de vida. Su ingesta aporta hidratos de carbono y fibras, algo que redunda en beneficios para la salud, en especial para la digestión. Las aceitunas tienen propiedades laxantes y aperitivas.


Además, para quienes sufren de colesterol, las olivas son grandes aliadas. Por su alto contenido de polifenoles ayudan a reducir el colesterol LDL (nombrado popularmente como el malo), un factor que favorece la aparición de otras afecciones como la ateroesclerosis.


Por todo esto, es bueno consumirlas en ensaladas, sándwiches, comidas calientes (pueden acompañar carnes rojas, pastas, formar parte de salsas), panes y, claro está, en pizzas, empanadas y picadas.

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