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Noticia Ampliada

  • 30/11/2024
  • De acá para allá, pero organizados

Por Liliana Mestanza, Desing Team, Fontenla, (www.fontenla- furniture.com).

Los movimientos requieren organización. Por ejemplo, para caminar nuestro cuerpo necesita seguir una serie de acciones armónicas o de lo contrario podríamos tropezarnos con nuestros propios pies y caernos. Con esta imagen en mente, hay que saber que es posible organizar una mudanza sin entrar en vorágines que podrían hacernos confundir, perder o romper cosas.


El tiempo de preparación previa dependerá de la cantidad de cajas y muebles que se disponga, pero cuanto mayor sea ese período mejor. Lo mejor es empezar por aquello que uno menos utiliza. Este proceso puede empezar de a 2 o 3 semanas antes, dejando lo de uso cotidiano para el día anterior a la mudanza en sí. Con esto se evitan inconvenientes de último momento y se anticipa a la cantidad de bultos que se tendrá que transportar.

Obviamente hay que extremar las medidas de cuidado con los objetos frágiles como los de porcelana, cristal o vidrio. Estos deberán ser revestidos con bastante papel de diario y luego incorporarlos en una caja de cartón ubicados de manera tal que no estén ni suelto, ni muy apretados. Esas cajas deberán tener carteles que indiquen que deben ser tratadas de manera especial. Al embalar, colocar en las cajas objetos de similares características. Los frágiles deben ir todos juntos, y la batería de cocina en otro contenedor, por ejemplo.


A la hora de contratar el servicio es importante que éste asegure que el camión será el mismo que cargue en el lugar de origen y descargue en el destino. No es bueno que haya intercambios en medio del recorrido. También, la mudadora debe asegurar que el transporte que ofrece será amplio y suficiente para trasladar todo lo necesario. Los trabajadores de la empresa serán los que guíen la manera de llenar el flete, pues así se facilitará el descargar en la nueva casa. Si la vivienda todavía no está lista, se pueden dejar los bultos en guardamuebles.


Para seguir priorizando el orden, una vez llegados a al nuevo hogar, primero conviene desembalar los muebles y luego todo lo de uso cotidiano (vajilla, ropa básica, elementos de baño, etcétera). Estos objetos pueden estar juntos en un bolso de mano para identificarlo rápidamente.


Con respecto a los muebles, primero estudiar con un plano de distribución como ubicarlos, empezando por los esenciales (mesa de comedor, aparador, sofá y/o silloncitos, mesas ratonas y dormitorios) y también poder descartar todo lo que no sea esencial.


Por último, siempre es mejor pensar en los nuevos muebles una vez establecidos. De esta forma se hace más fácil saber qué falta adquirir y qué dimensiones debería tener.

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