Por Patricia Mejalelaty, directora ejecutiva de Fundación Leer, (www.leer.org).

Si el rol de la ONG es esencial, en tiempos de crisis lo es más. El escenario actual es sumamente desafiante para una ONG pues los recursos se están convirtiendo en una fuente cada vez más escasa y en función de ello, el líder debe tener la capacidad de ser un excelente administrador tanto de los fondos existentes como de sus recursos humanos. Debe tener enorme flexibilidad para adaptarse a situaciones cambiantes y para poder aprovechar de la mejor manera posible las distintas oportunidades que se le aparecen. Es esencial que tenga foco en su tarea y en los objetivos de la organización, pues la diversidad es mala compañera de la escasez de recursos. Pero por sobre todo, debe sentir pasión por lo que hace y transmitir esa pasión a su equipo y a todos aquellos que trabajan codo a codo con él. Debe liderar a su organización con optimismo y seriedad, pues su equipo debe saber que es consciente de las dificultades pero que está articulando todos los recursos necesarios para que el barco siga avanzando. Y sobre todo debe tener resistencia.

En el futuro el líder de la ONG va a tener que enfrentarse con escenarios cada vez más complejos en los cuales la escasez de recursos se va a agudizar y las regulaciones van a ir en aumento. Esto requerirá creatividad y a su vez, una rigurosa administración. Esto en un contexto en el cual la situación de los beneficiarios es más crítica y que requiere de mayores esfuerzos. Los recursos humanos seguirán siendo un desafío pues se están dando muchos cambios en el mercado laboral y las ONGs, a diferencia de las empresas, no cuentan con departamentos de Recursos Humanos que pueda hacer frente a todas las vicisitudes que la gestión de los equipos requiere. La adecuación tecnológica también será un desafío para el líder de la ONG pues el equipamiento tecnológico de la organización rápidamente queda obsoleto y esto genera demandas de parte del equipo de trabajo que ve que su tarea se demora por la lentitud de los sistemas. Deberá por otra parte repensar su modalidad de gestión de forma permanente y seguir formándose para poder eficientizar su tarea y lograr comunicarse de forma cada vez más efectiva con sus públicos internos y externos.

Pero tanto hoy como mañana, lo esencial es transmitir la pasión que sentimos por lo que hacemos y lograr que más voluntades se sumen a nuestra causa, en busca de nuestro más profundo deseo: transformar la sociedad.

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