Por Vanina Figule, Directora de Métodos Educativos de la Asociación Scouts de Argentina (www.scouts.org.ar).

Los espacios verdes son paradójicamente “espacios” cada vez más reducidos. Nuestros chicos pasan la mayoría del día en espacios cerrados, con materiales duros y artificiales, rodeados por una extensa oferta de entretenimientos tecnológicos que en algunos casos potencian las características individualistas y de introversión de los niños a los que les cuesta socializar e interactuar con el entorno.

Los momentos de encuentro familiar como la cena, compartir juegos en el hogar, el tiempo compartido con tíos, primos y abuelos. Son fundamentales para reforzar los lazos afectivos con nuestros hijos.

Es responsabilidad de los adultos brindarles oportunidades para fomentar el contacto con ambientes que le proporcionen otras posibilidades de juego, como los deportes, las actividades culturales en espacios abiertos, disfrutar de los viajes hasta llegar a las actividades diarias y las salidas con amigos.

La plaza, los parque, el zoo, la granjas, un día en el campo, un paseo por el río, remontar un barrilete, andar en bicicleta o en patines, treparse a los árboles, o simplemente corre por el pasto, son actividades que incluso los adultos olvidamos por nuestra rutina complicada. Pero es importante generar un espacio en nuestras agendas para compartir con los chicos al aire libre y sin mencionar todo lo que nos podemos divertir con ellos.

El ambiente natural nos ofrece un sin fin de maravillas para que los niños disfruten en su plenitud, por la curiosidad y capacidad de asombro que naturalmente traen consigo, los lleva a preguntar, reflexionar y conversar sobre lo que viven de manera sencilla e inmediata.

Las salidas que implican el contacto con la naturaleza a veces requieren de una charla previa para trabajar posibles miedos y reticencia a lo desconocido o poco cotidiano como el ensuciase con tierra y los insectos. También es importante acordar algunas indicaciones para un paseo seguro.

Esto no implica aislar a los chico de la tecnología, simplemente necesitamos involucrarnos en la administración equilibrada de los tiempos y espacios de juego de nuestros hijos para que ellos año a año conozcan y puedan elegir nuevas posibilidades lúdicas y recreativas.

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