Noticia Ampliada
- 31/12/1969
- Una ayuda que crece y se profesionaliza
Es raro tocar un tema social y no encontrar una Organización No Gubernamental (ONG) trabajando para paliar y superar la problemática. Denominadas años atrás como Tercer sector, estas instituciones fueron ganando mayor protagonismo en las páginas de d
Las organizaciones de la sociedad civil han evolucionado como lo ha hecho el mundo. Hoy se encuentran frente a nuevos desafíos y necesidades, y tienen la responsabilidad de poder actuar y dar una respuesta efectiva y sustentable a los problemas más urgentes de la sociedad. En la actualidad hay una mayor visión de largo plazo, más sustentabilidad en los abordajes y profesionalización del sector. Sin embargo, todavía falta lograr más trabajo articulado y más incidencia en políticas públicas, sostiene Guillermina Lázzaro, Directora de la Región Cono Sur de Ashoka Emprendedores Sociales (www.ashoka.org).En la misma línea, Gerardo Mitre, presidente ejecutivo de Fundamind (www.fundamind.org.ar), considera que la evolución de las ONG fue, en general, positiva. Se sumaron estímulos desde algunas empresas que implementaron planes de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) y también Agencias Internacionales que están interesadas en lograr objetivos sobre temas como: mujeres, niños, inmigrantes, educación, maltrato, trabajo infantil y más. Esto se ratifica cuando se toma en cuenta que esta institución creció un 500% ediliciamente desde 2004, lo que le permitió mejorar la calidad de atención y cantidad de mujeres, adolescentes y niños beneficiados.
Marcelo Bregua, coordinador general de ALUBA, (www.aluba.org.ar), pone el foco de su mirada en el origen de estas entidades, respondiendo cada una a distintas temáticas. Ellas nacen con las necesidades. Acorde al avance tecnológico, a los desequilibrios medio ambientales, ante la modernidad. Se especializan para responder adecuadamente, de manera técnica si es necesario y a la altura de las grandes universidades, hasta con la participación de grandes mentes, para que el ser humano tenga una mejor calidad de vida.
Lo que aún está pendiente en nuestro país es la formación de alianzas, algo clave y que es difícil de lograr. Esto no es un desafío que solo atañe a las ONG, sino a todos los sectores de la Argentina. De todas formas, vemos que hoy se ha dado un paso importante en el trabajo conjunto entre el sector público, el sector privado y las organizaciones sociales. Esto es muy importante. En Fundación Leer tenemos varios ejemplos de ello, como la Maratón Nacional de Lectura, que implica crear un movimiento conjunto entre Ministerios de Educación provinciales, empresas y nosotros, aclara Patricia Mejalelaty, directora de Fundación Leer (www.leer.org ).
La existencia de las ONG permite garantizar el pleno ejercicio de la democracia, pues representan un sector independiente de los gobiernos, necesario en un contexto pluralista de desarrollo democrático. Muchas de estas entidades realizan un trabajo de control social respecto de la acción estatal, lo cual es positivo ya que permite reconocer las cosas que se están haciendo bien y, al mismo tiempo, resaltar aquellas que no tanto. Nosotros, por ejemplo, hemos presentado recientemente un informe para el Examen Periódico Universal que realiza Naciones Unidas cada cinco años, en relación a la situación de Derechos Humanos en la Argentina. Allí, reconocemos los importantes avances que se han logrado respecto de la situación de los niños y niñas, y también llamamos la atención sobre la crítica situación de los sistemas de protección en el ámbito local, quienes exponen constantemente a riesgos de vulneración a niños y niñas que han perdido el cuidado parental o están riesgo de perderlo, advierte Inés Mc Cormick, Directora de Recaudación y Comunicación de Aldeas Infantiles (www.aldeasinfantiles.org.ar).
En temas de adicciones, las ONG cubren en gran medida el espacio vacío del que ningún otro actor social parece hacerse cargo. Como en todos los países donde el Estado deja baches importantes en la atención de situaciones comunitarias, las instituciones intermedias se hacen cargo. Las adicciones no son una excepción. El estado no tiene centros propios y los que existieron siempre fueron deficitarios y mal atendidos. Este deriva los casos que recibe en el Sedronar o en la Secretaria de Adicciones de la Provincia de Buenos Aires a ONG especializadas, con las que pacta honorarios y costos que generalmente son pagados mal y tarde. Aun así, las entidades se las ingenian para seguir brindando el servicio, explica Norberto Sztycberg, director general del Programa Andrés e instructor del Arte de Vivir (www.programaandres.org.ar).
El rol de las ONG hoy tiene más fuerza que nunca: como formadores de opinión en muchos casos, constructores de paz y referentes para empresas con sentido de responsabilidad Social y Gobiernos con sentidos de bien común. Por eso se están especializando en distintos aspectos, enfrentando nuevos desafíos y profesionalizando su gestión, resume Juan M. Salvado, Director Nacional de Comunicaciones Institucionales de Scouts de Argentina (www.scouts.org.ar).
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