Según datos arrojados por la Cámara Argentina de Empresas de Seguridad e Investigaciones (CAESI) y la Federación Argentina de Clubes de Campo (FACC), este año se registraron 48 asaltos y robos a casas habitadas y deshabitadas y a guardias de countrie

De acuerdo al informe elaborado por los organismos mencionados, el robo en los countries aumentó en un 182% en comparación con el año pasado.

Frente a este panorama de inseguridad, muchas personas corren el riesgo de padecer el ya afamado Estrés Postraumático, el cual sucede, según explicó la licenciada Gabriela Martínez Castro, Directora del Centro Especialista En Trastornos de Ansiedad -CEETA-, luego de un acontecimiento traumático donde se ha puesto en peligro la vida del individuo o ha presenciado una situación de riesgo que lo lleva a revivir en cualquier momento del día el episodio con todos los sentidos.

La cobertura mediática por la prensa escrita, radial y televisiva de estos hechos puede producir incluso en aquellas personas que no fueron víctimas de delitos, algún trastorno de ansiedad, el cual puede evolucionar hacia un trastorno de pánico, trastorno por estrés postraumático o trastorno por ansiedad generalizada, entre otros.

Asimismo, la Directora del CEETA indicó que “la situación traumática de ser robado, tomado como rehén, ver violentada su intimidad, poniendo en peligro la integridad psicofísica propia o la de un ser querido, puede provocar múltiples trastornos en la persona”, hasta el punto de llegar a tener conductas de temor hacia los demás, aplanamiento afectivo, embotamiento y depresión.

La inseguridad que se vive a diario también repercute fuertemente en los barrios cerrados, los cuales resultan ser la presa preferida por los ladrones. En la mayoría de los casos, los residentes de los countries se ven obligados a incrementar el presupuesto destinado a seguridad privada, una actitud que si se realiza de manera excesiva también podría desembocar en un trastorno de ansiedad y en una preocupación excesiva por este tema.

La especialista continúa asegurando que "las personas que tienen predisposición a desarrollar algún trastorno de ansiedad, luego de un acontecimiento traumático, pueden evolucionar hacia un trastorno de pánico, trastorno por estrés postraumático, o trastorno por ansiedad generalizada, entre otros".

Para quienes ya padecían alguna de estas enfermedades la situación puede resultar en que se les ve exacerbada la patología, o bien involucionan en el tratamiento.

También los niños

Cabe destacar que los niños que presencian este tipo de situaciones, también son candidatos a padecer crisis panicosas, iguales a la de los adultos, o a sufrir cuadros asociados a otros diagnósticos como ansiedad de separación, fobia escolar, ansiedad generalizada, fobias específicas, dificultad al conciliar el sueño, ansiedad social y agorafobia.

El tratamiento

La directora de CEETA asegura que "todos estos trastornos se recuperan con un tratamiento específico de terapia cognitivo-conductual (TCC) y la posible aplicación de medicación, en caso de ser necesario".

El tratamiento es breve, conducido por expertos en la materia, de forma tal que el paciente debe estar de alta a los 4/6 meses de haberlo iniciado, habiendo recuperado sus actividades habituales, sin sintomatología física ni emocional.

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