Por Rocío Brescia, especialista de Fundación Leer, www.leer.org

Hay pocos momentos tan mágicos como preparar el pasto para los camellos y dejar los zapatos junto al pie de la cama esperando que, en el transcurso de la noche, los Reyes Magos lleguen a nuestro cuarto para dejarnos aquello que le pedimos en la carta.
Sin embargo, para los padres este es un momento muchas veces complicado, pues los niños ya han recibido muchos juguetes el 24 de diciembre y nos encontramos ante el dilema de qué regalarles.
Entonces, los libros aparecen como una opción ideal, pues nunca abundan y siempre traen nuevas aventuras, fantasías, momentos compartidos y de aprendizaje.

Cada vez que le damos un regalo a un niño le ofrecemos nuestra valorización de la cultura, las costumbres que desarrollamos en el cotidiano. Cada vez que le damos a un niño una pelota le decimos de manera indirecta que el deporte es bueno; lo mismo sucede cuando a una niña le damos un set de maquillaje, le señalamos que arreglarse y estar linda es algo que aprobamos. Los presentes son dados desde la mirada del adulto que elige de un gran universo qué considera valioso para los pequeños.

En este sentido los libros de por sí son valiosos, pues encierran muchos mundos y muchos más que se pueden crear con la imaginación.

Leer literatura es un ejercicio que nos ayuda a desarrollar la interpretación, a proyectarnos mentalmente escenarios, personajes, sus características y hasta prever qué conflictos surgirán y cuáles serán las soluciones. Leer literatura nos enseña a vivenciar la ansiedad y calmarla. ¿Qué sigue? ¿Qué hará el héroe?

El contacto con el libro no debe agotarse en el simple hecho de regalarlo, también es bueno que los padres y los adultos cercanos le brinden a los niños momentos de lectura, de compartir. De esta manera se les crea el hábito de lectura pues proyectan experiencias positivas con los libros. También, cuando son más grandes, les permite sacarse de encima ciertos prejuicios que se crean al usar textos escolares.
Cuando uno es lector de pequeño lo será toda la vida.

Otra ventaja del libro es que es un regalo ideal para darles a aquellos niños que ya están pasando a ser adolescentes y todavía estiran el beneficio de recibir algo el 6 de enero. Así les indicamos que leer es beneficioso y además les damos una compañía para que disfruten durante sus vacacione de verano.

Ahora solo resta elegir el indicado, una tarea que demanda tanta creatividad como la lectura en sí.

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