Por Fernando Bach, socio de Elementos Argentinos (www.elementosargentinos.com.ar).

La Navidad es un momento de profunda espiritualidad, de repensar y reflexionar. Por eso, este año creemos que es tiempo de mirar tierra adentro, de revalorizar las costumbres propias de la Argentina y también la delicadeza de sus trabajadores. Poner en alto lo que la naturaleza nos brinda y trasladarlo a la decoración y a la mesa de esta época tan festiva y arraigada en la vida de las familias.
Alegría, calidez, hospitalidad y devoción, se respiran en el norte de
nuestro país cuando está promediando diciembre. En aquellos lares,
los jazmines se abren impregnando todo con su suave perfume. Esto nos inspira a decorar una mesa con elementos que remitan a la tierra, donde los tonos marrones contrasten con el puro blanco de las flores (las naturales son siempre las indicadas) que prolongan su vida en las vasijas de barro cocido. De esta manera se le da un toque autóctono a una fiesta llena de simbolismos, reuniones familiares y un poco de nostalgia.

El color no puede faltar en la cena de Noche Buena y para agregarlo hay distintas opciones. Una muy sencilla puede ser poner servilletas de distintos tonos (el verde, rojo y blanco es una trilogía clásica) que se complementen con velas que pueden ser combinadas o contrastadas.

El dorado es un color de lujo y es bueno que esté por todo el ambiente, desde el arbolito hasta en los adornos de las puertas.
También, como ya es tendencia en la decoración actual, utilizar objetos vestidos con lana es una manera de incorporar un elemento natural y artesanal. ¡Hasta podés diseñar y tejer tu propio modelo!
Quienes se animen a incursionar en los teñidos naturales pueden recurrir a materias primas como la yerba mate, la remolacha y más.

El clima de la fiesta también se logra con buena música. Para esta época empiezan a abundar las opciones de discos alusivos a la fecha, podés optar por esto o armar un selecto menú en el iPad. Así se predispone positivamente a los invitados.
Para los más chicos, sobre todo si hay bebes ambulantes, es ideal armar un rincón con una alfombra o manta suave para que allí se arme un espacio de juego y puedan abrir sus regalos. También, al pensar los presentes que irán bajo el arbolito, recordá que si optás por piezas artesanales no solo alegrás al destinatario del paquete, también a quien lo realizó.

Por último, quienes reciben personas en sus casas deben tener en claro su rol de anfitrión, pues el buen trato hace que todos disfruten y que la decoración se luzca mucho más.
 

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