Con una importante afluencia de público a pesar del feriado administrativo en Pilar por el día de su patrona, la segunda jornada del III Congreso de Educación se inició con un cambio en el programa, contando con la presencia del Prof. Federico Johans

En su exposición, se explayó sobre cuatro puntos fundamentales a tener en cuenta: en primer lugar, “cada alumno debe ser un gran alumno”, dado que según explicó Johansen, el hecho que un chico concurra al colegio no lo convierte en alumno: “para que lo sea tiene que tener la voluntad de ir al colegio, la capacidad de aprender lo que se le va a enseñar, adquirir un cierto respeto por las normas elementales y hacer lo que se debe hacer en el momento adecuado”, entre otras características.
En segundo lugar, el orador contó a los presentes que “los docentes deben tomarse la educación como un gran desafío profesional, al igual que lo hacen los empresarios”. Es decir, “no hay que negar la realidad, pero tampoco quejarse por el diagnóstico”, de allí que para mejorar estos aspectos se sugiere que los docentes trabajen en equipo, a fin de intercambiar buenas practica, y generar sinergia.
Como tercer punto es fundamental, se destacó el “tener grandes padres”, que los padres apoyen a los docentes en cosas elementales, como por ejemplo que vayan al colegio, que lleguen temprano o que se encarguen que sus hijos lleven lo que tengan que llevar y no aquello que no es necesario. Asimismo, se hizo referencia a que los padres no deberían cuestionar públicamente a los docentes ante los chicos, sino que actúen en los momentos de crisis con autoridad, respeto y coherencia.
El cuarto punto fundamental que Federico Johansen resaltó fue que “debe haber una gran sociedad”, indicando que si bien no se puede hacer nada para que ésta cambie de un día para el otro, sí se puede y debe ser perseverante en lo que se cree y sabe que es mejor.
Como reflexión final, el orador dijo a los presentes: “el pasado no fue ni mejor ni peor, sino diferente. Hay que adaptarse a los tiempos que nos toca vivir. No hay que bajar los brazos en los asuntos que parecen perdidos. Hay que volver al trabajo en equipo de los docentes para compartir sus objetivos comunes. Hay que tener presente que el cambio está en manos de cada uno de ellos”.

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