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La otra Pandemia

Coronavirus-Fakenews

Por favor imagínense este escenario: Una sola caseta de peaje para atender a más de 10,000 vehículos al día cuyos conductores sólo pueden pagar con dinero en efectivo. El funcionario, debido a la premura de atender tantos conductores que ya muestran su ansiedad y malestar, no tiene tiempo de detectar si los billetes que le entregan son falsos.


Pues algo muy parecido sucede a nivel mediático con la avalancha de noticias falsas (#FakeNews) que va en aumento con el tiempo, sobre todo ahora en medio de una crisis mundial debido a la pandemia del Coronavirus, lo cual da paso a teorías conspirativas y acusaciones de parte y parte de políticos y dirigentes con poca ética, que lo único que quieren es sacarle provecho a la actual situación. Y cuando hay miedo en el ambiente es más fácil la propagación de noticias falsas.

¿Son las noticias falsas un fenómeno exclusivo del Siglo XXI?


No lo es, siempre han existido, lo diferente ahora es la velocidad con que se propaga.
A finales del siglo XVIII el magnate de medios en Nueva York, William Randolph Hearst, manipuló de tal manera la explosión del acorazado Maineen la bahía de la Habana, Cuba que al presidente William McKinley no le quedó más opción que declararle la guerra a España (1898) en represalia por los marineros y oficiales fallecidos en la explosión. Debido a esto España perdió sus últimas posesiones de ultramar: Cuba, Filipinas y Puerto Rico.

 

Paso 1: Definir qué es falso o verdadero


Porque se diga una publicación es falsa ya que a una persona en particular le es molestosa o va en contra de sus intereses, no es verdad sobre su validez (táctica muy utilizada por el presidente Donald Trump) no es suficiente para descalificar una información al etiquetarla de falsa.
Entonces qué podemos hacer nosotros para no ser víctimas de las noticias falsas, en muchos casos bastante atractivas que apelan a nuestros prejuicios y sentimientos negativos: miedo a perder lo que tenemos, odio, xenofobia, racismo, etc.






Las noticias falsas tienen tres características comunes fáciles de detectar:

 

1) se basa en datos falsos o dudosos; 2) entran al campo de la demagogia y 3) son fáciles de compartir a través de medios sociales.


Por tanto las noticias falsas vienen muy bien disfrazadas por aquellos que les interesa que sea viral.
Por algo Paul Joseph Goebbels en un momento que no existían las redes sociales dijo: “Una mentira repetida adecuadamente mil veces se convierte en una verdad”.

 

Por supuesto que a principios del siglo XIX no había formas rápidas de propagar #FakeNews, pero ahora esa repetición se logra en cuestión de segundos en el internet; y no en miles sino millones. Cuando un locutor dice algo en una plataforma y otra muy distinta en otra plataforma entonces es un sujeto propenso a crear #FakeNews: “Gobernemos gracias al amor y no gracias a la bayoneta” dicho por un hombre que justificó a través de la propaganda Nazi el exterminio de millones de personas en los campos de concentración llevados ahí, precisamente, a punta de bayonetas.


Paso 2: los peldaños para desnudar la noticia falsa


Entonces por dónde empezamos. No tenemos que ser un periodista con una larga trayectoria o siquiera haber estudiado un curso “express” en comunicaciones para conducir una investigación sobre si un escrito o publicación es falsa. Para empezar, podemos hacer uso de nuestro sentido común, si algo se nos presenta como demasiado grandioso o fantástico, entonces el momento de encender las alarmas y dejarnos llevar por nuestro escepticismo, transitando por estos cinco peldaños.


Consulte con los “grandes”. En la actualidad es muy fácil gracias a internet verificar a través de medios serios como The New York Times, Washington Post (USA) El País (España) Deutsche Well (Alemania) BBC (Inglaterra) El Tiempo (Colombia) o cualquier otro medio local de alto nivel de ética periodística si recogen la noticia que se nos aparece de sospechosa. Investigue si el medio que difunde la noticia es independiente o pertenece al gobierno.


Examine las fuentes de información: Muchos periodistas y publicaciones serias incluyen en sus escritos citas verificables en otros medios o publicaciones especializadas (links). Aunque pueda ser un tanto engorroso detener lo que se está leyendo para cambiar de fuente, es uno de los mejores métodos para detectar una noticia falsa.


Cuestiónese: Si algo es demasiado bueno para ser cierto, pues posiblemente así sea. Respire profundo y pregúntese si la información se ajusta a sus prejuicios o ideas preconcebidas. Luego de los atentados del 9 de Septiembre de 2001, para muchos la palabra musulmán es sinónimo de terrorista o tras Donald Trump llegar a la presidencia los latinoamericanos que cruzan la frontera con Estados Unidos son todos delincuentes. Pero el mejor ejemplo repetitivo proviene de los países de regímenes comunistas totalitarios: “denunciamos injerencia extranjera”.


• Inconformidad: No se conforme con una sola fuente de información, conviértase en un explorador y perforador tal como los expertos buscadores de petróleo: no se conforman con una sola capa de información. Siga excavando, la verdad puede estar enterrada a varias capas. La inmediatez y las ansias de ser el primero en develar la noticia, son los más grandes aliados para la propagación de noticias falsas.


La verdad a veces no es bonita: Aunque no le guste algún medio que no se alinea con su forma de pensar, no los descarte en su totalidad, pueden estar en lo correcto.


Paso 3: no es un concurso de velocidad y popularidad.


Una noticia no es verdadera sólo porque es tendencia (trending) en la redes sociales. Mucha gente no puede resistir la tentación de ser parte de la manada cibernética que repiten una información falsa a fin de estar al mismo nivel que sus pares que comparten una forma de pensar.


La propagación de esta clase de noticias falsas ha generado la emersión de empresas y sitios en la red que se dedican a detectar noticias basadas en mentiras, tal es el caso de BuzzFeedNews.comque durante la emergencia del Corona Virus detectó un incremento exponencial, desde la promoción de productos milagrosos (veneno de culebra) para la cura del virus hasta gobiernos que aprovechan la actual situación para acusar la contraparte.


Lo mismo ha sucedido en otros países de nuestra región como por ejemplo Puerto Rico donde el Centro de Periodismo Investigativo (http://periodismoinvestigativo.com/) y en la Venezuela de Nicolás Maduro como reacción a sus mentiras emergió la publicación digital La Patilla (lapatilla.com) que se encarga de desmentir al dictador.


Otro aspecto importante son los chismes de rápida difusión ya que el único esfuerzo del difusor es accionar un tecla de “compartir”. Si sospecha de alguna información pueda ser falsa, pregúntele al emisor de dónde sacó la información, casi todos dicen lo copié de un amigo o pariente, pero desconocen la verdadera fuente de información.


Paso 4: La democratización de la mentira

Las noticias falsas no emergieron de manera milagrosa, se hicieron comunes con la democratización del acceso al Internet y redes sociales. Este fenómeno ha lacerado de manera considerable la credibilidad de muchos medios, sobre todo cuando el líder del país más poderoso del mundo dice que los “los periodistas son los enemigos del pueblo”. Ante ello muchas empresas periodísticas han creado todo un nuevo departamento cuya única función es detectar “#FakeNews”.
Un ejemplo es The Washington Post el cual contrató 6 reporteros que examinan las noticias que hacen más populares partiendo de la premisa de la real situación de una comunidad propensa a creer en esta clase de noticias falsas, sobre todo si cuentan con aliados que la endosan como verídica.
Es el caso de lo que se conoce como el “Cinturón de la Biblia”, sector ultra conservador de los Estados Unidos que temen que su “American Way of Life” sea perturbada por elementos endógenos y exógenos como son la comunidad afrodecendiente y la ola de emigrantes provenientes de Centro América.


Paso 5: fuego en la pradera.


Así como las redes sociales ayudan a la propagación de #FakeNews como fuego en pradera seca, también pueden ser el extinguidor que apague el fuego. Durante las elecciones en Francia Facebook eliminó más de 30 mil cuentas que eran consideradas propagadoras de información falsa (por lo cual Facebook fue criticada por aplicar censura) a la vez que publicó una herramienta que ayuda a descubrir esta clase de noticias.


Pero el mejor método es hacer contacto con el periodista o escritor de la publicación. La mayoría de las empresas mediáticas serias incluyen junto al nombre del autor su dirección de correo electrónico, por lo cual el público puede confrontarlo de manera directa si considera que es falsa su publicación.


Con el surgimiento del Internet y las redes sociales se generó una gran democratización de las fuentes de información. Hace muchos años atrás (por los menos 20) los periodistas tenían poco contacto con sus lectores, hoy en día esta relación ha cambiado en la cual los periodistas estamos obligados a escuchar nuestros lectores.
Es una era totalmente nueva y tan solo está empezando.

Por: Héctor Héreter Latouche San Juan, Puerto Rico
20/03/20

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